El conejillo de Indias o cobaya es un roedor originario de Sudamérica que se ha adaptado perfectamente a convivir con el hombre. Presenta además ciertas ventajas sobre otros roedores que lo convierten en un excelente animal de compañía: su periodo de actividad es diurno, se alimenta sin problemas, cría con facilidad pero sin la prolijidad del ratón o el hámster, es resistente a las enfermedades y su vida es considerablemente larga: pueden alcanzar hasta los siete años. Además su caracter mucho más pacífico y amistoso lo hace muy sociable y facilmente domesticable, llegando incluso a realizar ciertas habilidades: sentarse o levantarse al oir la voz correspondiente, responder a su nombre, etc.
El alojamiento más adecuado para el cobaya es una jaula amplia proporcinal a su tamaño, recordemos que un cobaya adulto suele medir unos 20 cm de largo y pesar de 800 gramos a un kilo según su sexo o variedad. Por ello los hospedaremos en jaulas de unos 60 cm. de largo por 32 de fondo, y bastante altas (unos 40 cm.) porque gustan de trepar por escaleras y rampas a distintos niveles ejercitando así sus músculos. En el fondo dispondremos una cama de unos 2 cm de espesor a base de algún material absorbente de la orina y las heces como pueden ser las virutas de madera que tienen un tamaño suficiente como para no adherirse a su pelo.
Su nutrición puede basarse perfectamente en los preparados alimenticios para cobayas que han sido estudiados y fabricados de manera que sean no sólo nutritivos sino también apetecibles. Contienen una mezcla de semillas y vegetales extrusionados que los alimentos destinados a otros roedores domésticos no incluyen, así la vitamina C no está presente en la comida para conejos pero sí en la de cobayas ya que estos no pueden sintetizarla por sí mismos. Esta base alimenticia sólo es necesario complementar con vegetales frescos, esto es frutas y verduras del tiempo.
Como golosinas podemos ofrecerles semillas de cereales o de girasol que gustosamente se entretendrán en descascarillar. También es muy conveniente la alfalfa fresca o seca, junto con el heno, que arrancarán del estante que colocaremos en su jaula y comerán o utilizarán para su cama. Los alimentos frescos se les deben suministrar por la mañana pero hay que retirarlos cada noche porque se mustian rápidamente y pierden sus propiedades.
El agua no debe faltar nunca en la jaula de nuestra mascota ya que la contenida en los alimentos frescos en muchos casos no es suficiente para su organismo. A veces parece que ni la prueban pero todo y con eso siempre debe figurar un bebedero para proveer sus necesidades.
El alojamiento más adecuado para el cobaya es una jaula amplia proporcinal a su tamaño, recordemos que un cobaya adulto suele medir unos 20 cm de largo y pesar de 800 gramos a un kilo según su sexo o variedad. Por ello los hospedaremos en jaulas de unos 60 cm. de largo por 32 de fondo, y bastante altas (unos 40 cm.) porque gustan de trepar por escaleras y rampas a distintos niveles ejercitando así sus músculos. En el fondo dispondremos una cama de unos 2 cm de espesor a base de algún material absorbente de la orina y las heces como pueden ser las virutas de madera que tienen un tamaño suficiente como para no adherirse a su pelo.
Su nutrición puede basarse perfectamente en los preparados alimenticios para cobayas que han sido estudiados y fabricados de manera que sean no sólo nutritivos sino también apetecibles. Contienen una mezcla de semillas y vegetales extrusionados que los alimentos destinados a otros roedores domésticos no incluyen, así la vitamina C no está presente en la comida para conejos pero sí en la de cobayas ya que estos no pueden sintetizarla por sí mismos. Esta base alimenticia sólo es necesario complementar con vegetales frescos, esto es frutas y verduras del tiempo.
Como golosinas podemos ofrecerles semillas de cereales o de girasol que gustosamente se entretendrán en descascarillar. También es muy conveniente la alfalfa fresca o seca, junto con el heno, que arrancarán del estante que colocaremos en su jaula y comerán o utilizarán para su cama. Los alimentos frescos se les deben suministrar por la mañana pero hay que retirarlos cada noche porque se mustian rápidamente y pierden sus propiedades.
El agua no debe faltar nunca en la jaula de nuestra mascota ya que la contenida en los alimentos frescos en muchos casos no es suficiente para su organismo. A veces parece que ni la prueban pero todo y con eso siempre debe figurar un bebedero para proveer sus necesidades.
Sus nombres son Sasha González y Kira. Aquí os dejo unas fotos:
En la foto izquierda aparecen mi cobaya Sasha, de dos años y medio, con mi hamster Kai. En la foto derecha aparece mi cobaya Kira, de cuatro meses.
